El presidente colombiano, Gustavo Petroro, anunció una decisión importante el martes para ordenar a la compañía petrolera de propiedad estatal Ecopetrol para vender sus operaciones de EE. UU. Y reinvertir los ingresos en energía verde. La gasolina pronunció un discurso a través de la transmisión de televisión en la reunión del gabinete, señalando que Ecopetrol no puede sobrevivir para la supervivencia y se opone a una empresa conjunta con el programa Occidental Petroleum (Oxy) de la compañía petrolera de EE. UU. Que depende de la fractura hidráulica. Lo dejó en claro: espero vender el negocio e invertir los ingresos en energía limpia. Nos oponemos a la fractura hidráulica porque conducirá a la destrucción de la naturaleza y la destrucción de los seres humanos.
La decisión no solo refleja el firme compromiso de Petro con la energía verde, sino que también se hace eco de sus estrategias recientes para lidiar con las amenazas del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Hace unas semanas, Trump amenazó con imponer enormes aranceles a Colombia para obligar a Petro a aceptar el plan de EE. UU. Para deportar a los inmigrantes colombianos ilegales y regresar a su país. Bajo una enorme presión política, Petro respondió inicialmente con un arancel de represalia del 25%, pero luego aceptó a la solicitud de los EE. UU. Para permitir el uso continuo de aviones presidenciales para llevar a cabo vuelos de deportación.
En su discurso, Petro enfatizó la necesidad de que los humanos dejaran de usar combustibles fósiles, señalando que no es porque las compañías petroleras nos han derrotado, ni porque les tengamos miedo. No les tengo miedo. Su declaración no es solo un ajuste a las políticas de petróleo doméstico, sino también una respuesta a la presión política internacional. Al vender las operaciones estadounidenses de Ecopetrol e invertir en energía verde, Petro quiere sentar las bases para la transformación energética de Colombia y el desarrollo sostenible.
Vale la pena señalar que Petro mostró flexibilidad y pragmatismo al lidiar con su relación con Trump. A pesar de sus concesiones sobre la inmigración, insistió en avanzar en su agenda en la política energética. La decisión de vender el negocio estadounidense de Ecopetrol esta vez no es solo un ajuste a la estructura de energía nacional, sino también una adaptación a los cambios en la situación política y económica internacional. En el futuro, el gobierno de Petro continuará enfrentando desafíos y oportunidades desde el hogar y el extranjero, y necesitará encontrar un equilibrio entre salvaguardar los intereses nacionales y promover el desarrollo sostenible.