México ajusta su estrategia energética y planea expandir la aplicación de tecnología de fracturación hidráulica

El gobierno mexicano anunció recientemente el plan de desarrollo de 10 años de PEMEX, que aumentará la aplicación de tecnología de fracturación hidráulica para desarrollar recursos de petróleo y gas no convencionales. Esta decisión marca un ajuste a la política energética del país, con el objetivo de revertir la disminución continua de la producción de petróleo y gas.

Según el plan publicado por PEMEX el martes, México se centrará en desarrollar cuencas de esquisto como Tampico Missantera, Sabinas Bropikachos y Burgos, que se estima que contienen 64 mil millones de barriles de crudo equivalente. «Aproviaremos todo el potencial geológico», dijo el CEO de PEMEX, Victor Rodríguez. Anteriormente, el ex presidente López Obrador se había opuesto explícitamente a la fractura, pero la actual presidenta Claudia Hiinbaum ha aprobado la tecnología para postularse.
La producción de petróleo crudo de México es actualmente de aproximadamente 1,6 millones de barriles por día, una disminución significativa de 3,4 millones de barriles a principios del siglo XXI. PEMEX planea mejorar las tasas de recuperación a través de avances tecnológicos, y se espera que aumente la producción de 197 millones de barriles de petróleo crudo y 303 mil millones de pies cúbicos de gas natural para 2030. La compañía enfatizó que la tecnología de fractura hidráulica moderna ha reducido significativamente su impacto en el medio ambiente. El experto en energía Fruvio Ruiz señaló: «La tecnología hoy ha mejorado significativamente en comparación con hace 20 años, y las especificaciones relevantes también son más completas».