Según informes de medios extranjeros, el gobierno mexicano ha anunciado un ajuste importante de la política energética, que requiere que todos los proyectos de generación de energía eólica y solar en el futuro deben estar equipados con sistemas de almacenamiento de energía de batería equivalente al 30% de la capacidad instalada, y el tiempo de almacenamiento de energía no debe ser inferior a 3 horas. Las nuevas regulaciones fueron anunciadas oficialmente por el viceministro de planificación y transformación de la energía de México, Jorge Islas, en el «Foro Nacional del Plan Estratégico» del Senado y han sido escritos en las Regulaciones Nacionales de la Cuartita.
La política es el telón de fondo de México está acelerando su transformación de energía. Según el plan, México agregará 21.8GW de capacidad instalada de generación de energía para 2030, el 80% de los cuales proviene de energía limpia. El gobierno ha propuesto dos escenarios de desarrollo: la proporción de energía limpia en el escenario básico aumentará del 22%actual al 38%, mientras que las soluciones más radicales se dirigirán al 45%. A corto plazo, México construirá proyectos de 6 «fotovoltaicos + almacenamiento de energía» en la región norte para 2028, agregando 1.673MW Generación de energía fotovoltaica y 574MW de capacidad de almacenamiento de energía de la batería.
Vale la pena señalar que el movimiento de México sigue a la India. El Ministerio de Energía de la India acaba de emitir una política similar a fines de febrero de 2025, lo que requiere que la licitación futura del proyecto fotovoltaico debe incluir al menos el 10% de capacidad y más de 2 horas de instalaciones de almacenamiento de energía. En febrero de 2024, China anunció la abolición de la política de asignación de reserva obligatoria de dos años y, en cambio, adoptó el modelo de licitación CFD. Anteriormente, la política de asignación de almacenamiento obligatoria de China impulsó su instalación de almacenamiento de energía para representar el 75% del total global, pero también condujo a los problemas de baja utilización de almacenamiento de energía y crecientes costos en algunos proyectos.
Según el nuevo marco de políticas, México proporciona tres modelos de participación para el sector privado: uno es vender toda la electricidad verde generada a la compañía eléctrica estatal CFE; La otra es establecer una empresa conjunta con CFE, con las participaciones privadas que no exceden el 46%; El tercero es construir centrales eléctricas auto-construidas que participen directamente en el mercado mayorista de energía o las ventas de energía específicas. El gobierno también reveló que se planea implementar un total de 8412MW de sistemas de almacenamiento de energía durante el año fiscal 2024-2038.
Se espera que esta política aumente significativamente la demanda del mercado de almacenamiento de energía mexicano, especialmente los proyectos de «fotovoltaicos + almacenamiento de energía» en las áreas altamente irradiadas en la región norte serán más atractivos económicamente. Pero al mismo tiempo, el requisito de asignación obligatorio también puede aumentar el costo de inversión inicial del proyecto, y se requiere un mecanismo de precios de electricidad o una política de subsidio para garantizar la viabilidad económica del proyecto.