El Reglamento de la Deforestación de la UE (EUDR) entrará en vigencia en diciembre de 2025, requerir que los productos que ingresen al mercado de la UE demuestren que no han llevado a la deforestación. El estudio del Centro Wageningen para la Investigación Social y Económica (WSER) señala que los países productores como Colombia enfrentan la incertidumbre de cumplimiento, especialmente los agricultores a pequeña escala pueden estar excluidos debido a la falta de datos geoespaciales y altos costos. Sin embargo, la regulación también brinda oportunidades de producción sostenible y comercio justo. El café colombiano y el aceite de palma son principales productos de exportación, que involucran a más de 500,000 hogares de café y casi 200,000 practicantes de aceite de palma. La presión de cumplimiento afectará profundamente su producción y comercio.
La investigación muestra que la cadena de procesamiento del café de Colombia es compleja, y una fábrica puede recibir materias primas de 15,000 productores, lo que dificulta la trazabilidad. La investigadora Maria Naranjo dijo que la reunión EUDR requiere pautas claras, estandarización de procesos y soporte técnico de trazabilidad. El sistema SICA de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) ha podido rastrear la información de la parcela de café, mientras que la industria del aceite de palma coopera con sateligencia para lograr el monitoreo de plantaciones en tiempo real. El esquema de verificación de Apscolombia también cubre la mayoría de los requisitos EUDR. Las tecnologías de trazabilidad como las imágenes satelitales, las etiquetas blockchain y RFID se consideran herramientas clave.
La estandarización es el núcleo del cumplimiento. Naranjo recomienda usar una tarjeta de identificación de ciudadano como un identificador único para simplificar el flujo de datos y garantizar un seguimiento preciso de la granja hasta la salida. La legislación nacional debe alinearse con la debida diligencia de EUDR para proporcionar reglas claras para la cadena de suministro. Los pequeños agricultores que no pueden pagar los costos de cumplimiento pueden recurrir a mercados regulados más sueltos, debilitando los esfuerzos sostenibles. La cooperación público-privada, los subsidios tecnológicos y el microcrédito basado en datos se consideran soluciones, y la expansión de la infraestructura rural de Internet también es indispensable.
Naranjo enfatizó que, aunque EUDR trae desafíos a corto plazo, brinda una oportunidad para que Colombia construya un sistema de comercio justo más rastreable para promover la transformación de la industria del aceite de café y palma en una dirección sostenible.