A medida que la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina celebra su 75 aniversario, planteó varias prioridades, incluido el despliegue de cuatro reactores modulares pequeños (SMRS) ACR-300 y el reinicio de los programas de minería y enriquecimiento de uranio.
El presidente de la Comisión de Energía Nuclear de Argentina, Demian Reeder, dijo en un evento del sitio de reactores multipropósito RA-10 que el ACR-300 es un reactor modular pequeño de 300 megavatios diseñado por ingenieros argentinos y es el núcleo del programa de energía nuclear. Con su investigación y desarrollo, Argentina proporcionará al mundo energía limpia, estable y escalable, lo que pone al país a la vanguardia de la nueva revolución energética. Argentina comenzará la construcción de cuatro módulos ACR-300 en la planta de energía nuclear de Atucha, que casi duplicará la capacidad de energía nuclear del país, la primera fase, después de la cual la tecnología tendrá licencia al resto del mundo para cambiar la estructura de energía y exportación de Argentina.
Hermann Guido Ravalle, presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina (CNEA), describió los cinco objetivos principales de la organización para el próximo año: llevar la planta RA-10 a un estado crítico; comenzar a renovar la planta industrial de agua pesada (PIAP); para reiniciar la minería de uranio; para comenzar el Centro de Terapia de Protones de Argentina; para restaurar el enriquecimiento de uranio para completar el ciclo de combustible nuclear. Dijo que la Comisión Nacional de Energía Atómica proporciona una plataforma para el surgimiento de las empresas en la industria de la energía nuclear a través del desarrollo de la tecnología y la capacitación en recursos humanos. Ahora, estas compañías participan en la competencia global, los productos de exportación, crean empleos y brindan servicios en Argentina, que es una manifestación exitosa de la política nacional.
El objetivo de Argentina es ser uno de los primeros países en vender comercialmente pequeños reactores modulares (SMR), con el programa nacional de energía nuclear con el objetivo de acelerar el desarrollo del reactor ACR-300 desarrollado por Invap utilizando capital privado, esforzándose por permitir que se pongan en funcionamiento cuatro módulos dentro de los cinco años. También sugirió vender pequeños reactores y prometió comprar uranio argentino, diciendo que aunque Argentina tiene una gran cantidad de reservas de uranio, todavía está importando uranio para los reactores existentes.